sábado, 15 de noviembre de 2014

EL BOTON



Mientras observaba el botón rojo, recordé las últimas palabras de mi jefe:”a las 13:00 en punto presiona el botón”, no dijo nada mas solo eso, mí tarea era bien sencilla se podría  decir que tenía el trabajo más fácil del mundo, aunque a mí no me lo parecía. En ningún caso creía ser un privilegiado todo lo contrario, las dudas me invadían, aunque mi jefe había sido bien claro, yo realmente no lo tenía nada claro.
Mire el reloj de pared eran ya las 12:52, solo faltaban 8 minutos para cumplir con mi cometido, la razón de ser por la que yo estaba allí. Me distraje un poco en mis pensamientos, quería olvidar aunque fuera por un momento el maldito botón, los buenos recuerdos me alegraron  por unos instantes, me imagine con mi mujer y mi hija antes del accidente, cuando todo era felicidad en mi vida, ahora ya nada era igual, la muerte de mis seres queridos lo había cambiado todo. Volví a la realidad, el reloj marcaba las 12:59 faltaban ya pocos segundos, cerré los ojos y pedí perdón a Dios, los abrí y ya era la hora, presione el botón  y el pobre desgraciado condenado a muerte exploto, dejando restos de su cuerpo desperdigados por toda la habitación, yo que me encontraba por precaución en una sala a bastante distancia, pude ver la macabra escena por medio de un pequeño monitor, quede extremadamente horrorizado, por esta nueva forma de  ejecución mediante explosivos atados al cuerpo del condenado, mi jefe la llamaba:”inmolación forzosa”.


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