sábado, 2 de agosto de 2014

PERSEGUIDO

Siempre fui racista, odiaba la raza negra, para mí era una raza inferior y nunca dude de ello.
Hoy todo ha cambiado ellos se han hecho con el poder, ellos me persiguen, tengo que vivir escondido, si me encuentran en el mejor de los casos, me recluirán en un campo de concentración como antiguamente recluyeron los nazis a los judíos, por suerte no estoy solo, Jacob me ha ayudado y junto a él vivo escondido en el bosque.
-Jacob, ¿crees que acabaran encontrándonos?
-Seguramente Diego, pero no debemos perder la esperanza quizás no lo hagan.
Jacob era una persona muy optimista y segura de sí misma, sin el no creo que hubiera resistido esta situación tan delicada.
La noche llego, creímos estar a salvo y decidimos salir de nuestro escondite, aun siendo muy arriesgado no teníamos opción alguna, la única manera de conseguir agua potable era beber de un pequeño arroyo no lejos de allí. Llegamos al arroyo y nos dispusimos a beber de él, me puse de rodillas y comencé a beber cogiendo el agua con las dos manos, mientras bebía el fuerte sonido de un disparo me sorprendió, Jacob cayó desplomado al arroyo y pude ver con la tenue luz de la luna como el agua se teñía de  rojo, asustado me levante rápidamente pero ya era tarde para escapar, allí estaban ellos habían matado a Jacob y se disponían a matarme a mí, con su arma apuntándome en la sien y sabiendo que iba a morir eche una última mirada al cuerpo inerte de Jacob, ese chico negro que no dudo ni un solo momento en ayudarme, aun sabiendo que tiempo atrás había propinado palizas a chicos de su barrio por ser de raza negra, ahora era yo quien se encontraba en la situación de aquellos pobres chicos, perseguido y en breves instantes ejecutado por una raza alienígena que había invadido la Tierra.



                                                                                    

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