No se como me atreví a hacerlo.
Yo el gran líder supremo, que fui capaz de ejecutar a mi mujer y a mi hijo, a mis padres ,a toda mi familia, a cualquiera que no siguiera mis dictados, que se atreviera a pensar, a discernir por si mismo.
Lo hice, me traicione a mi mismo, al sistema, al bien común, a los ciudadanos.
Tuve dudas, pensé que quizás no estuviera en lo cierto, que hubiera estado viviendo una farsa, no solo eso ,creí haber obligado a vivirla a todo el mundo.
Por suerte me di cuenta de mi error.Le pedí a mi hombre de confianza que me denunciara, que me ejecutara y ocupara el mi cargo, por el bien del sistema, por el bien común.
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