lunes, 14 de septiembre de 2015

NADA PERSONAL


-No es nada personal, es solo trabajo- le dije a la madre de la chica que mi cliente violó, mato y luego comió su corazón.
Mientras me duchaba recordaba las palabras de aquella pobre madre, como reaccionaria yo de haber estado en su situación, qué más daba, acababa de ganar una buena suma de dinero y un ascenso en mi bufete de abogados, que fuera culpable y que yo lo supiera no era importante.
Siempre había tenido muy claro, que si quería triunfar en mi profesión, si quería ser una buena abogada, debía dejar los sentimientos a un lado, si tenía que defender a un monstruo lo haría, no sólo eso, conseguiría su libertad.
Salí de la ducha, me seque con la toalla, desnuda y descalza me dirigí a mi habitación, abrí la puerta, fui hacia mi cama y me estire en ella.
Vivía sola, en un lujoso apartamento, en la mejor zona de la ciudad. Me iba muy bien en la vida. Considerada como la mejor abogada del país, no me faltaban clientes, gente rica, que creía estar en el derecho de hacer lo que viniera en gana, por el solo hecho de tener mucho dinero. Juan era uno de ellos, un niño pijo cansado de todo, con ganas de probar cosas nuevas. Matar y violar no lo eran, ya le había salvado de entrar en la cárcel por estos motivos, en más de una ocasión, lo de comer el corazón, fue toda una novedad.
Cerré los ojos para relajarme, entonces, me pareció oír como si se abriera la puerta de mi habitación, los abrí para ver qué pasaba. Al abrirlos, lo vi, a Juan, mirándome con una gran sonrisa en su rostro, y un enorme cuchillo de carnicero en su mano derecha, el miedo me paralizó, era incapaz no sólo de moverme, si no de gritar.
-No es nada personal- me dice.

No hay comentarios:

Publicar un comentario