-Lo decidiremos a cara o cruz.
Toda la vida esperando que ese día llegara y debíamos decidirlo a cara o cruz.
La gran cena anual del gran líder supremo, el mayor honor para cualquier chico que cumpliera 18 años.
Para decidir quién era el elegido, se celebraba un sorteo entre todos los chicos de la nación que cumplían dicha edad .Había una sola norma que te excluía del sorteo, los gemelos no entraban en el, por este motivo, mis padres fingieron la muerte de uno de los dos al nacer.
Hemos estado estos 18 años fingiendo una gran mentira, nunca se nos ha visto juntos. En ocasiones salía yo, en otras mi hermano, nunca nadie sospecho nada, nunca fue un problema, hasta hoy. Javier, o sea yo, he salido elegido, pero hay que ser justos, José merece tanto como yo asistir a la cena.
-José, elige tu primero.
-Cara.
-Pues yo cruz, tira ya la moneda papa.
Nunca fui un chico con suerte y esta vez no fue una excepción, cara, salió cara, mi hermano tendría el gran honor de asistir a la cena, no sólo eso, un honor mucho más grande se le tenía reservado, sería el plato principal en dicha cena, el mayor honor que siempre soñé para mi, ser devorado por el gran líder supremo.
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