Exhausta
después de ser torturada varias horas le fue arrancada una confesión a la pobre
muchacha, él inquisidor la acusaba de brujería y al fin había conseguido su objetivo.
María que así se llama tiene tan solo 14 años, hija de madre soltera,
abandonada al nacer, toda su vida ha
sido repudiada como si de una leprosa se tratara, malviviendo mendigando y
robando lo que puede.
-Por
fin has entrado en razón y has confesado tus pecados, tu pacto con el demonio
te costara la vida-el inquisidor mira a María con odio y desprecio-te condeno a
morir en la hoguera.
Sin
decir nada mas, el inquisidor miro una última vez a María y luego se fue,
dejándola allí medio muerta sangrando por todo su cuerpo, María casi sin
fuerzas con voz tenue y temblorosa le pide a Dios que le ayude, finalmente acaba perdiendo la consciencia.
Al
día siguiente María se enfrenta a su
triste destino y es quemada viva en la hoguera, el inquisidor mientras, observa
sin tan solo inmutarse ni mostrar ningún tipo de sentimiento, como el cuerpo de
María es consumido por el fuego.
-Lo
siento hija mía -dice para sus adentros y luego se va.
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