viernes, 13 de junio de 2014

EL DESEO

-Por favor señor concédeme este deseo.
Día tras día le pedía a dios el mismo deseo, día tras día no me era concedido, pero por fin hoy vería cumplido mi sueño.
-Que asco de vida, mañana será lunes otra vez y mi vida monótona seguirá su curso-dije en voz alta.
Mientras seguía lamentándome sonó el teléfono, lo cogí rápidamente quizás fueran buenas noticias.
-Juan al habla dígame.
-Su deseo está en camino-no dijo nada más y colgó.
Mi cara era un poema, se podría decir que acababan de asustarme, ¿quien había llamado?, ¿Cómo sabia lo de mi deseo?
-Todo esto es muy raro, estoy seguro que se trata de alguna broma, es imposible que alguien sepa de mi deseo, no se lo he contado a nadie, debo tranquilizarme y no pensar más en ello-me dije luego decidí estirarme en el sofá para dormir un poco.
Morfeo no tardo mucho en venir a por  mí.
-Despierta Juan y disfruta de tu deseo-la misma voz que me había hablado por teléfono me despertó.
Abrí los ojos, mi deseo había sido cumplido, ya no tendría que volver a ir a trabajar, a los gatos no les hace falta.
Un extraño personaje que carecía de rostro me tenía en sus brazos.
-Disfruta de tu deseo-no dijo nada mas luego me dejo en el suelo y se fue.
-Miauuuuu-dije yo.





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