miércoles, 1 de abril de 2015
METAMORFOSIS
Mientras observo por la ventana de mi habitación el ir y venir de mis vecinos, no puedo dejar de pensar cuando yo como ellos paseaba tranquilamente, sin preocupaciones, como cualquier persona normal.
Y ya no podría volver a hacerlo, nunca más saldría de esta mi cárcel, la habitación donde mis padres me tenían recluido. Mis propios padres que siempre dijeron que tanto me amaban, ahora me repudiaban y se avergonzaban de mí.
Me quite toda mi ropa y entre en el aseo, quería ver por última vez mi cuerpo, el que siempre había deseado tener, un cuerpo esterilizado con grandes pechos y un bonito trasero. Durante unos pocos segundos me deleite mirándolo, luego abrí el agua de la bañera, de un pequeño armario donde guardaba todos mis productos de belleza, cogí una cuchilla y acto seguido me introduje en la bañera, cerré los ojos, para volverlos a abrir casi al mismo instante, sin pensarlo acerque la cuchilla a mi muñeca derecha y me corte las venas, volví a cerrar los ojos para no volverlos a abrir jamás.
-No crees que deberíamos dejar salir a nuestro hijo.
-No, ese engendro ya no es nuestro hijo, Juan murió el día que decidió cambiar de sexo.
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